¿Por qué es importante que los padres conozcan los beneficios de la estimulación en los niños? Para contribuir al desarrollo físico y emocional de los menores, fomentando todas las capacidades hasta las más complejas.
¿Cómo mejorar la estimulación en los momentos iniciales?
Tanto padres como educadores, reconocen la importancia de este tema que se encuentra en el fomento de las capacidades comunicativas, sociales, motrices y cognitivas, estimulando sus habilidades durante las primeras etapas de vida. Especialmente, para evitar desaprovechar los momentos iniciales que son óptimos para el aprendizaje de los niños.
Durante los primeros años existe un desarrollo mayor que se produce con una maduración constante en menos tiempo y será tarea de los padres estimular la mente, sentidos y eliminar riesgos de discapacidades en los más pequeños. Sin embargo, resulta clave llevar acciones diarias como paseos, canciones, olores, sonidos, comidas y mucho más con el objetivo de enriquecer la vida de nuestros hijos.
Hoy en día, muchos profesionales aconsejan distintas experiencias para realizar con los niños procurando mejorar el crecimiento integral, siguiendo pautas claves para cada edad. Y, para ello, se pueden utilizar escalas flexibles de evolución, según las capacidades que especifican la forma de trabajar con cada área: lenguaje, cognición, afectividad, etc.
Sin necesidad de obsesionarse es posible planificar una adecuada estimulación, cumpliendo con los juegos que más gustan a los pequeños, disfrutando del juego, pero evitando el rechazo o cansancio.
¿Cuándo se debe consultar al especialista?
Primero, debemos estar atentos a las necesidades de cada niño y observar si demora en exceso el proceso evolutivo, algunos ejemplos pueden ser los siguientes:
- Rigidez en los pies.
- Imposibilidad de coger objetos entre los 3 y 6 meses.
- Puños cerrados.
- Falta de reacción al pedirle los juguetes.
- No pronuncia las palabras adecuadamente para su edad.
Ante estas opciones será necesario llevar a cabo un programa de estimulación, adaptado a las prioridades de cada menor con la colaboración familiar para avanzar en el proceso evolutivo y siempre, realizando las revisiones aconsejadas por el especialista.
Todas las actividades deben estar orientadas a conseguir una respuesta de los estímulos y sólo unos pocos minutos serán suficiente, tanto en los bebés mayores, como en los más pequeños.
Así, después del desayuno o merienda es recomendable compartir un rato a diario para jugar con ellos, pero no antes de dormir para favorecer el descanso.
¡A disfrutar con los hijos durante el proceso de estimulación!