¿Sabías que un problema de este tipo no detectado puede causar problemas de aprendizaje en el colegio?
Muchos niños empieza a comportarse raro, a no entender y desentenderse de lo que se muestra en clase.
Si estas dificultades comienzan y hay problemas de agudeza visual, los niños empiezan a sentirse mal. Se sienten limitados a la hora de ver cualquier palabra. Pero muchos también se sienten afectados a su desarrollo motor generando problemas de psicomotricidad.
Es por ello que lo padres, profesionales de la educación y profesores debemos estar alerta a la mínima.
Si se ve esto con tiempo, su corrección al principio y detección de forma precoz hará que no degenere más. Problemas como la concentración, lenguaje y atención en clase a veces son sólo problemas de visión, aunque parezca increíble.
A veces vemos gestos raros a los niños como entornar los ojos o fruncir el ceño.
Tenemos que estar atentos a los siguientes signos
- Acercarse mucho a las pantallas, pizarras o texto. A veces no es capaz de distinguir la escritura. Coge el cuaderno o la hoja de papel y se la pega a la cara.
- Tiene posturas raras. Pone posturas extrañas con el cuello, la espalda, la cabeza. Intenta enfocar imágenes y no lo consigue.
- Se equivoca con la gradación de colores, hace composiciones cromáticas imposibles, confunde marrón con rojo, amarillo con beige. Podemos encontrarnos con un problema de daltonismo.
- Pierde interés por las cosas. Deja de jugar, no atiende las explicaciones, no te escucha. Solemos pensar, eso es que está cansado.
- Malos hábitos y posturas al escribir. Se acerca de una forma exagerada, coge el lápiz mal, colorea saliéndose demasiado, no controla los márgenes.
- Se pega mucho a la pantalla de las tablets o el ordenador.
En las primeros años de infantil o cuando el niño empieza a escribir o a leer pueden verse alterados sus resultados. Puede no avanzar o decirnos que no le gusta el colegio.
Que pasa si no corregimos los problemas de visión
Un niño al que no se le corrige un problema visual puede avanzar y convertirse en hipermetropía, astigmagtismo o miopía.
Pero a veces, degeneran en algo que puede ser más complicado de corregir, el ojo vago o la ambliopía, incluso el ojo estrábico.
Estos defectos representan el 20 por ciento de los casos en la edad escolar.
Cuando estos defectos visuales no están bien corregidos, derivan en estos problemas mencionados ojo vago, ambliopía y el estrabismo. Concretamente, éste último, representa el 12-15 por ciento de los casos en los años de la escolarización.
¿Sabías como detectar problemas de visión en un niño?