Las estrategias de control del comportamiento ayudarán a tu hijo a aprender a comportarse. La gestión positiva del comportamiento implica prestar atención a tu hijo cuando se comporta bien, en lugar de castigarlo cuando no lo hace.
Comprender el comportamiento de tu hijo te ayudará a elegir las estrategias de control más apropiadas.
El control de la conducta
El control de la conducta consiste en guiar el comportamiento de tu hijo para que aprenda la forma adecuada de comportarse.
Un enfoque positivo y constructivo es a menudo la mejor manera de guiar el comportamiento de tu hijo. Esto significa prestar atención a tu hijo cuando se comporta bien, en lugar de solo castigarlo cuando hace algo que no le gusta.
Pero es normal que los niños se comporten de manera desafiante en diferentes etapas y en situaciones particulares. Por lo tanto, tratar de entender el comportamiento de tu hijo es un paso importante para manejarlo. De esta manera, puede elegir una opción de manejo de comportamiento confiable que se adapte bien a las causas del comportamiento de tu hijo.
Y si utilizas estrategias de control de la conducta al mismo tiempo que fomentas las relaciones familiares sólidas, estarás encaminado a ayudar a tu hijo a aprender el camino de un comportamiento adecuado.
Comprensión: el primer paso para controlar la conducta infantil
Si puedes entender por qué tu hijo se está comportando de una manera particular, puedes averiguar cuál es la mejor manera de responder. Así que antes de elegir estrategias de manejo de comportamiento, es una buena idea revisar algunas cosas.
Primero, si el comportamiento de tu hijo cambia repentinamente, verifique si tu hijo está sano y duerme lo suficiente. A veces, el comportamiento desafiante es la primera señal de que los niños no están bien. Si no está seguro, lleve a tu hijo al médico de cabecera o a la enfermera de salud infantil y familiar para un chequeo.
Luego piensa en el desarrollo del niño. Es bueno tener en cuenta que diferentes tipos de conductas desafiantes son normales en diferentes etapas de desarrollo. Por ejemplo, las rabietas son muy comunes en niños pequeños y en edad preescolar, porque a esta edad los niños tienen grandes sentimientos y no tienen suficientes palabras para expresarlos.
Tercero, considere si ha habido algún cambio en su vida familiar que pueda afectar el comportamiento de tu hijo. Por ejemplo, el comportamiento desafiante es normal después del nacimiento de un nuevo bebé, cuando los niños comienzan la escuela o después de una muerte familiar.
Comprender las razones de desarrollo y las emociones detrás del comportamiento de tu hijo no significa que puedas ignorar el comportamiento desafiante, pero te ayuda a descubrir cómo responder. Además, saber lo que es típico en diferentes etapas y en diferentes circunstancias te ayudará a saber si necesitas ayuda adicional con el comportamiento de tu hijo.
Elegir las herramientas de gestión de comportamiento que sean adecuadas para ti.
Ninguna estrategia de manejo de comportamiento lo arreglará todo. Algunas estrategias podrían funcionar mejor que otras para cada familia y su situación. Probablemente tendrás que usar algunas estrategias combinadas.
Si consideras que las estrategias son difíciles de usar o que no están funcionando, es una buena idea buscar el apoyo de tu médico de cabecera, una enfermera de salud infantil y familiar o psicólogo infantil o educador.
Si estás manejando conductas desafiantes en niños con trastorno del espectro autista, es posible que necesites apoyo adicional.
Estrategias de manejo de comportamiento probadas
Cuando eliges estrategias de control de conducta para guiar el comportamiento de tu hijo, quieres opciones que funcionen.
Es posible que tengas que probar algunas opciones diferentes para encontrar la que mejor se adapte a la edad y etapa de tu hijo, y a las circunstancias familiares.
Las estrategias de manejo del comportamiento funcionan mejor cuando dedica tiempo y esfuerzo a crear una atmósfera positiva en el hogar y al fortalecer las relaciones familiares con afecto y comunicación.
Las buenas relaciones familiares ayudan a tu hijo a sentirse seguro y amado. Esto es lo que los niños necesitan para crecer y aprender.
Cuidando de ti mismo
Controlar el comportamiento desafiante de los niños no siempre es fácil.
Cuídate con alimentos saludables, descanso y ejercicio, y te sentirás mejor y te resultará más fácil mantener la calma y responder adecuadamente ante el comportamiento de tu hijo.