El momento de acostar a los niños es un momento complicado. Casi todos los padres hemos sufrido etapas de que nuestros hijos les cueste más ir a dormir.
Mira la escena: Son casi las 9 de la noche de un día de cole. Acabas de acostar a tu hijo. Hiciste todos los rituales que se deben hacer: dientes, momento hablar, cuento, beso de buenas noches y hasta ¡vasito de agua!
El difícil momento de dormir a los niños
El día ha sido complicado y largo. Los juguetes se acumulan, la vajilla por colocar y fregar, los juguetes por el suelo y hay que preparar las mochilas del día siguiente.
Sin embargo, en lugar de terminar esas tareas acumuladas del día y poder sentarte en el sofá y ver algo en la pantallas, te pasas yendo a la habitación durante dos horas a la menor llamada.
¡Mamá! Mami, papá …. Vuestros nombres no paran de salir de su boca.
Pues tranquilo, si te suena familiar, aunque no sea para ti ningún consuelo, esta escena diaria se repite en miles de hogares simultáneamente.
A veces es simplemente una llamada de atención, una forma de querer estar más con nosotros, o responde a un cambio brusco del niño por algo.
O simplemente están tan cansados que le cuesta dormirse.
La importancia de dormirse solo o por su cuenta
Lo ideal es que tu hijo se duerma solo y consiga coger el sueño por su cuenta. Si solo se duerme contigo al lado, te lo exigirá y lo tendrá por costumbre. A veces cuesta mucho dormirse , pero cuando se calman y se duermen por su cuenta les haces más independientes.
Lo mejor es crear siempre unos hábitos o rutinas diarias. El baño, charlar calmados, un cuento hará que todo lo que venga después lo asimilen con el momento de dormir y que sea una etapa en el día dulce y tranquila.
Puedes decirle para tranquilizarle, que vuelves en 5 minutos para ver que tal (y vuelve de verdad). Así se sentirá reconfortado y te creerá. Poco a poco, no hará falta volver porque le has transmitido seguridad.
No le dejes dilatar el tiempo para acostarse
Los niños pequeños siempre querrán dilatar el tiempo , sobre todo si se lo están pasando muy bien y están jugando. Empezarán a chantajearte y al paso de la negociación.
Él quiere prolongar el máximo de tiempo que está contigo porque disfruta. Si tú sospechas que lo hace adrede, no lo permitas. Dile que puede terminar el juego, el dibujo o su serie de dibujos animados en 5 minutos y no más. Que mañana podrá continuar y que descansando bien mañana estará mejor.
Puedes preparar a priori, el vasito de agua y los peluches cerquita. Una ración extra de mimos y abrazos suplirán esa atención extra que nos pide. .
Mantén la calma
Hay que mantener la calma y ser firme. Estamos cansados, con muchas tareas y a veces es todo muy difícil, pero cuesta un montón, pero todo tiene resultado.
No entables una guerra. Habla con tranquilidad y sin subir el tono de voz , pero insiste en que cuando se temina el tiempo de jugar , se terminó. Estos berrinches son un modo de ponerte a prueba. Ponle una pequeña lamparita para que la luz no sea un impedimento.
Si simplemente se trata de una rabieta, recuérdale con mucha calma que es hora de dormir y, si permanece tranquilo en su cama, regresarás en unos minutos. Siempre cumple tu promesa. Si sigue llorando, espera un poco más cada vez que regreses a verlo. Pero nunca le dejes solo y dale mucho cariño.
Espero que os sirvan estos consejos para hacer más llevadero el momento de acostarse de los más pequeños.