Los niños pequeños lloran por las mismas razones que lloran los bebés. Los niños pequeños lloran como forma de gestionar nuevas y difíciles emociones, como la frustración, la vergüenza o los celos.
Cómo actuar ante el llanto de tu niño
Si su hijo está bien físicamente y no padece ninguna enfermedad que sea causa del llanto, estos consejos pueden ayudarte:
- Si crees que el niño podría estar cansado, descansar podría ayudar. Puedes proporcionarle un momento de tranquilidad escuchando música o una historia.
- Si el llanto se da a la hora de acostarse, es posible que necesite ayuda para iniciar el sueño. Un cuento puede ayudar ya que desconectará de las preocupaciones que abordad su cabeza.
- Si tu hijo está enfadado o tiene una rabieta, llévalo a un lugar seguro para él y tranquilo para que se calme.
- Si tu hijo está frustrado, trata de encontrar una solución juntos. Por ejemplo, ‘Estás frustrado porque no encuentras las piezas correctas del puzle. Vamos a intentarlo juntos ".
- Nombrar una emoción permite al niño saber que entiendes sus sentimientos. También le ayuda a aprender el autocontrol.
- Si tu niño pequeño simplemente está de mal humor, intenta cambiar el escenario, como pasear fuera, bañarlo con burbujas, poner música y bailar juntos, hacer alguna tontería...
Niños en edad preescolar y en edad escolar también lloran
Los niños tienden a llorar menos a medida que crecen. Una vez que el niño puede hablar, es mucho más fácil para él comunicarse y usar palabras para decirte por qué está molesto y qué necesita. También es más fácil para ti hablar con él sobre sus sentimientos.
Cómo manejar el llanto de su hijo en edad preescolar o escolar
Dale a tu hijo la oportunidad de calmarse por sí mismo, luego pregúntale qué le ha enfadado tanto. Demuestra que le estás escuchando repitiéndole sus sentimientos. Por ejemplo, "Te sientes triste porque Cristina no ha jugado contigo en el patio".
Ofrece a tu hijo otras formas de gestionar la situación. Por ejemplo, "¿Qué tal si pides unirte al juego de Cristina en lugar de enfadarte?"
Asegúrate de que tu hijo entiende que a veces está bien llorar, por ejemplo, si sucede algo triste o cuando te haces daño físico. Podemos comentarle, 'Yo también lloraría si me caigo de la bicicleta'.
Si tu hijo parece que está mucho tiempo llorando y triste, evalúa si debes pedir consejo a tu médico de cabecera o pediatra.
Está bien llorar a veces tanto para los niños como para los adultos, llorar puede ser una forma saludable de gestionar una pérdida significativa, afrontar el dolor o la tristeza.
Cuando tu hijo exprese estos sentimientos, trata de escuchar. Después podrás consolarle y tranquilizarle.
El lloro en bebés y niños es una de las razones más comunes por las que los padres buscan ayuda profesional.
Si tu hijo está llorando demasiado, es posible que te sientas muy mal o nervioso. Si te sientes así o estás pensando en pegar a tu hijo, es importante que busques ayuda de inmediato.
A veces ayuda que otra persona tome el control durante un tiempo. Si puedes, pídele a tu pareja que venga a casa, o pídele a un amigo o familiar que venga y se quede con el niño un rato, sólo así también podría calmarse.