Las rutinas definen cómo se organizan las familias, y cada familia tiene sus propias rutinas. Las rutinas ayudan a los miembros de la familia a saber quién debe hacer qué, cuándo y en qué orden.
Por ejemplo se pueden establecer rutinas diarias para el trabajo, las tareas escolares, la hora del baño, hora de acostarse, comidas, etcétera. También se pueden establecer rutinas semanales para lavar, planchar, reuniones familiares, Y alguna actividad de ocio que se realice una vez por semana.
¿Qué nos aportan las rutinas?
Las rutinas aportan estabilidad a la familia
También permiten que los niños sepan qué es importante para la familia. Mantener rutinas diarias puede hacer que sea más fácil para los niños afrontar otras cosas imprevistas, como por ejemplo la llegada de un hermano nuevo, el traslado a una nueva ciudad, el cambio de colegio o una situación de crisis como la actual.
Por ello en los tiempos que corren, en los que debemos estar confinados en casa, es sumamente importante establecer una serie de rutinas para no caer en el aburrimiento, la desesperación o la frustración.
Un contexto familiar bien organizado y predecible ayuda a niños y adolescentes a sentirse seguros y protegidos, particularmente en momentos estresantes como los que estamos viviendo.
Ahora que tenemos mucho tiempo para estar juntos, realizar tareas rutinarias en familia ayuda a los niños a desarrollar un sentido de la responsabilidad y habilidades como la gestión del tiempo.
Las rutinas fortalecen las relaciones familiares
Las rutinas basadas en el juego y la diversión fortalecen las relaciones familiares, como por ejemplo establecer 30 minutos al día de lectura conjunta o jugar una partida a un juego que elija cada día un miembro de la familia.
Enseñan hábitos saludables
Las rutinas pueden ser una buena forma de enseñar hábitos saludables a los niños más pequeños Como por ejemplo cepillarse los dientes, lavarse las manos antes de comer, hacer su cama, doblar su ropa, etcétera
Las rutinas tiene muchos beneficios, son muy buenas para los niños y los padres, pero nunca debemos olvidar tener tiempo libre para jugar, relajarse o ser creativos.